Tercera Cátedra de Toxicología
INTOXICACIONES POR MONÓXIDO DE CARBONO EN INVIERNO. Cómo prevenirlas.
Por el Dr. Scarlato y el Ing. Demaria.
El aumento actual e inevitable del uso de braseros, estufas de kerosene, salamandras, y cocinas -a partir de la crisis energética- puede transformar a estos artefactos en trampas mortales.
Cuando al quemar carbón, madera o cualquier combustible,
la cantidad de oxígeno en la combustión es insuficiente, se produce un gas
altamente venenoso llamado monóxido de carbono (CO). A diferencia de otros gases
que pueden verse u olerse, el CO es un verdugo fantasma que no se deja ver,
oler, o percibir de alguna otra manera. Tampoco irrita los ojos ni produce tos.
Al inhalarse, se altera la llegada de oxígeno a los tejidos, llegando a producir
–en estados avanzados de intoxicación- pérdida de conocimiento y paro cardio–
respiratorio.
Cada año cerca de 50 personas mueren en nuestro país como
consecuencia de la emanación de monóxido de carbono en cocinas, calefones y
demás artefactos de uso doméstico, según datos de Ministerio de Salud de la
provincia de Buenos Aires.
Como en tantas otras situaciones de riesgo de la
salud, “la clave -señalan desde la División Toxicología del Hospital de
Clínicas- está en la prevención”. “La consulta periódica a un gasista
matriculado, la adecuada ventilación de los ambientes en donde se produce la
combustión, la precaución de calefaccionar las viviendas solo durante el día y
el apagado de los artefactos como estufas a kerosene y salamandras durante la
noche, son algunas de las medidas más importantes para evitar problemas”,
asegura el doctor Eduardo Scarlato, Jefe del servicio y agrega: “Una intensa
coloración amarilla o naranja en la llama y la aparición de manchas o tiznado
cerca de los aparatos pueden ser señales de una mala y peligrosa combustión en
la casa.”
Los síntomas de intoxicación por CO pueden ser dolor de
cabeza, náuseas, vómitos, confusión, visión borrosa, problemas de coordinación
en la marcha, palpitaciones y respiración agitada. “La persona intoxicada
puede presentar una intensa coloración rosada que suele confundirse con buen
estado de salud o calor cuando -en realidad- es producto de la acción
del gas en la sangre”.
La recomendación a seguir en caso de sospechar
una intoxicación es abrir las ventanas, salir al exterior y respirar aire
fresco. “Es importante acudir inmediatamente a un centro de salud y referir
, advierte el profesional. Ya en un hospital, el diagnóstico se podrá hacer mediante un simple análisis
de sangre.
Recomendaciones:
El ingeniero Marcelo Demaría, del mismo servicio, sostiene que “la prevención es posible
. Estas son algunas de las medidas que habrá que tener en cuenta para evitar accidentes.
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Realice periódicamente una consulta con un gasista matriculado para verificar el buen funcionamiento de sus artefactos.
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Mantenga siempre los ambientes ventilados.
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Durante la noche apague los aparatos y extinga las llamas de cualquier combustión dentro de la casa.
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No utilice el horno para calentar el ambiente o secar ropa.
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La presencia de calefones en los baños es altamente peligrosa. Si este es el caso, deberá trasladar el aparato a otro lugar de la casa.
Para mayor información puede usted dirigirse a la División Toxicología del Hospital de Clínicas, Av. Córdoba 2351 4to piso. Teléfono 5950-8806.