Los antecedentes y el examen físico son muchas veces suficientes para
diagnosticar un envenenamiento y sugerir el tratamiento adecuado:
En muchas oportunidades el niño ingresa intoxicado sin saber sus padres cual
fue la sustancia. involucrada. En estos casos se debe comenzar por una minuciosa
historia del incidente. Varias características de los envenenamientos en niños
hace que la recolección de antecedentes sea una herramienta clínica útil.
Típicamente los niños pequeños se intoxican en forma accidental con drogas o
sustancias que están en la casa y que les resultan atractivos y disponibles. En
la mayoría de los casos los niños se envenenan con un solo agente y no con
múltiples drogas.
A menudo los padres o cuidadores presenciaron que el niño “comió” una
medicación y pueden ser capaces de identificar el veneno agresor, la dosis y el
momento de la ingestión.
Incluso si los cuidadores no presenciaron la ingestión en forma directa,
pueden detallar los lugares a los que el niño tiene acceso y realizar una lista
de los potenciales venenos. Puede ser útil que los padres escriban las
medicaciones y productos que fueron utilizados en las últimas 24 horas. Los
niños observan con mucha atención y a menudo imitan las acciones de los
padres.
En el paciente sintomático, los signos físicos específicos pueden
señalar el diagnóstico diferencial:
Por ejemplo, las pupilas mióticas pueden sugerir una intoxicación por
narcóticos o sustancias colinérgicas. Se debe prestar especial atención al
estado mental del paciente y al examen neurológico, los signos vitales, el
tamaño y reactividad de las pupilas, el color de la piel y los ruidos
intestinales.
A menudo los signos encontrados pueden agruparse en síndromes los cuales
reconocen la acción de determinada sustancia.
Aún los laboratorios más sofisticados pueden detectar solo una
pequeña fracción de sustancias disponibles, por lo que el diagnóstico por este
medio no siempre es posible..
Además la capacidad para realizar estudios toxicológicos de cada hospital es
diferente.
Sin embargo algunos estudios de laboratorio nos pueden ayudar con información
útil. Los estudios del suero pueden detectar una hipoglucemia o acidosis
metabólica, que pueden ser manifestaciones ominosas de envenenamiento.
En otras ocasiones pueden ser de utilidad estudios de la función renal,
hepática, determinación de monóxido de carbono o metahemoglobina.
El electrocardiograma y las radiografías nos pueden mostrar sucesos que nos
adviertan sobre este caso.
Más allá de lo expresado, la habilidad para reducir la morbilidad y la
mortalidad depende de una rápida y adecuada intervención.
Y en estos niños intoxicados, los pasos principales constituyen la evaluación
y estabilización de la vía aérea y la mantención de sus funciones vitales.
Como utilizar
medicamentos y productos en condiciones de seguridad:
Medicamentos:
Asegúrese de que la dosis de medicamento administrada al niño sea la
correcta. Tenga mucho cuidado de no administrar demasiado medicamento. Una
dosis excesiva puede producir trastornos graves. Siga siempre las
indicaciones del médico.
Deje el medicamento en un lugar seguro en cuanto lo haya tomado o
administrado.
Asegúrese de que estén siempre fuera del alcance de los niños.
Conserve los medicamentos en su envase original con el rótulo íntegro.
No utilice envases de medicamentos para guardar otro tipo de sustancias.
o tome ni de medicamentos sin que lo haya autorizado el médico. Recuerde
que los tés de yuyos pueden muchas veces ser perjudiciales.
No diga a los niños que los medicamentos son golosinas. Los niños no
advierten las diferencias y quizá más tarde se intoxiquen tomando
medicamentos como si fueran golosinas.
Productos de uso doméstico:
Lea la etiqueta. Asegúrese de que sabe como utilizar el producto y en
que cantidad. Solicite información sobre la manera de usar el producto sin
riesgos.
Tenga a mano el producto mientras trabaja con él o, si es indispensable
dejarlo en alguna parte, escoja un sitio donde no lo pierda de vista. Un
niño puede apoderarse en un instante de una botella abierta y beber el
líquido o salpicarse la piel o los ojos.
Limpie bien las zonas salpicadas por el producto y asegúrese de que el
recipiente esté limpio y seco por fuera.
Guarde inmediatamente los productos químicos después de usarlos.
No pulverice plaguicidas domésticos sobre los alimentos o los juguetes
de los niños.
Medidas generales ante accidentes:
Si llegase a haber algún tipo de accidente con medicamentos o con
productos químicos no pierda la calma. Tranquilícese y no se desespere. Lo más
importante es saber como actuar. En todos los casos es recomendable la
consulta médica oportuna en el menor tiempo posible. Es importante saber a donde
dirigirse para lo cual cerciórese si figura una dirección o un teléfono de
centros asistenciales en el envase del producto químico o prospecto del
medicamento. Allí le informarán e indicarán ciertas medidas que se pueden
implementar hasta el arribo al centro asistencial. Existen diversas acciones
que pueden servir para disminuir la absorción del tóxico como por ejemplo el
vómito, lavado gástrico, diuresis, lavado de piel, ventilación, etc. Hay que
tener en cuenta que cada tóxico se comporta de distinta manera en su modo de
absorberse y de hacer daño; por lo cual cada producto puede tener una medida
útil solo para él y no para otros. Por ello siempre es recomendable consultar e
indicar al profesional, siempre que se pueda, de que sustancia se trata, cuál
fue la cantidad aproximada, por qué vía ha ingresado y cuál fue el tiempo en que
se produzco el accidente.
Una vez en el centro asistencial el equipo tratante se encargará de
hacer lo indicado en base a cada producto involucrado.