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DEFINICIÓN Y
EPIDEMIOLOGÍA Se define como producto de uso doméstico a todas las sustancias de fácil acceso en el ámbito domiciliario. Son sustancias de muy variada índole y con diferentes finalidades. Podemos hablar de productos de limpieza, de cosmética e higiene, productos industriales usados en el hogar, hidrocarburos, plaguicidas y hasta por ejemplo útiles escolares. Podemos incluir a ciertos fármacos los cuales dado su frecuente uso son encontrados en un gran número de hogares y en lugares accesibles de la casa. Los niños representan uno de los sectores más vulnerables y perjudicados en los accidentes hogareños. El mecanismo accidental de intoxicación es lo más frecuente y la edad más afectada comprende a niños de entre 1 y 5 años. Sobre todo luego del primer año y hasta el tercero, edad en la cual el niño camina y descubre paso a paso el ambiente que lo rodea y sus inclusiones, manipulando y analizando todo a su alrededor. La forma que el niño tiene de investigar y explorar el mundo que lo rodea es llevando los objetos a la boca. También imitan las acciones que han visto realizar por sus padres. La existencia de medicamentos con buen sabor facilita el cumplimiento de los tratamientos, pero también facilita que los niños se sientan atraídos e incluso reclamen la administración de un “jarabe”. Por otro lado, los productos del hogar se almacenan muchas veces en recipientes que no son los de origen, ocasionando confusión en el niño, e incluso en la familia, a la hora de utilizarlos. La ingestión de sustancias tóxicas se encuentra entre las principales causas de daño en niños menores de 6 años de edad. En ocasiones estas ingestas pueden ser graves o incluso terminar provocando la muerte. Se estima que aproximadamente 250 mil productos químicos comerciales están a disposición del público. Y tomando en cuenta que tanto los niños como los productos químicos para el hogar aumentan constantemente, el peligro para las intoxicaciones crece también en forma amenazadora. La vía de introducción del tóxico al organismo que con más frecuencia se observa es la oral, seguida por la vía cutánea, conjuntival e inhalatoria. De acuerdo a estadísticas de la American Association of Poison Control Centres, se reportaron en el año 1998 1.08 millones de ingestas de sustancias tóxicas en niños menores de 6 años de edad en los Estados Unidos. Sin embargo, se estima que la proporción de casos reportados es del 26%, lo cual sugiere una incidencia real mayor de 4 millones de intoxicados por año. La mayoría de estas intoxicaciones ocurren en niños menores de 5 años. Algunas intoxicaciones dejan secuelas a través de lesiones hepáticas, renales, cerebrales, pulmonares, infecciones respiratorias prolongadas, cicatrices, estenosis de esófago, etc. Los tipos de sustancias de más fácil acceso para los niños provenientes de zonas urbanas se enumeran en la tabla 1.
Otro hecho a tener en cuenta en el análisis de esta problemática, es considerar al hogar como un refugio y a la vez como una “trampa” para el niño ya que se sabe que cada sector de la casa representa un peligro potencial para él por poseer cada ambiente diferentes elementos nocivos. De esta manera las áreas más peligrosas, en orden decreciente, son la cocina, el baño, el dormitorio, el desván, y el consultorio o taller cuando coexisten con la vivienda.
*MEDICAMENTOS: Los tipos de medicamentos que se pueden encontrar depende de cada hogar (antigripales, para la tos, barbitúricos, benzodiacepinas, anfetaminas, vitaminas y minerales como el hierro, cremas, etc). Además estos medicamentos pueden ser encontrados en diversos sitios de la casa como por ejemplo en el baño o en el dormitorio como es el caso de aquellos adultos que consumen ansiolíticos y sedantes para poder dormir. El niño que explora, abre la cajonera de la mesita de luz de sus padres o de sus abuelos, generalmente polimedicados, y encuentra esas “pastillitas de colores divertidos” y fáciles de recuperar por encontrarse en envases sin tapa de seguridad y para investigarlas lo primero que hace es llevarlas a su boca. Si bien todos los medicamentos son potencialmente peligrosos frente a un uso indebido, los médicos deben familiarizarse con una modesta lista de drogas capaces de matar a un niño pequeño frente a la ingestión de una o dos pastillas y adoptar un abordaje sistemático para evaluar a los niños que las han ingerido. El reconocimiento de los peligros de estas drogas y la recolección de los antecedentes puede salvar la vida de este paciente.
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