Tercera Cátedra de Toxicología
Museo Virtual de los Venenos
en relación al Arte y a la Historia
EL CONOCIMIENTO EN LA ANTIGÜEDAD DE LA VIA PERCUTANEA COMO VIA DE ABSORCION DE LOS VENENOS.
(Publicado en el Boletín de la Asociación Toxicológica
Argentina. Hércules abrasado por el veneno que poseía la túnica del centauro Neso. Los grandes trágicos
griegos, según puede comprobarse en las Tranquininas de
Sófocles y Medea de Eurípides, hablan de envenenamientos; aunque en realidad
más que crímenes perpetrados con este método, son realizados con la ayuda de la
magia. Así puede consultarse la leyenda de Deyanira y
de la túnica de Neso, o la de la flecha de Hércules,
que se transforma en venenosa por la sangre de la hidra Lerna. Hércules ya había utilizado
antes flechas empapadas en veneno de la hidra Lerna,
cuando hirió al centauro Quirón con una de ellas. Cuenta la leyenda que Quirón
era un centauro sabio que dirigía una escuela en el monte Pelión,
donde se instruyeron numerosas generaciones de héroes. Es interesante cómo continúa la historia, ya que Quirón logró curar su emponzoñada herida con una hierba que actuó a modo de antídoto, la que fuera bautizada por esto Centaura. Según cuenta el tercer libro de la Ilíada,
Quirón le regaló estos
conocimientos a Esculapio quien a su vez se los transmitió a su hijo Macaón el
que en una oportunidad succionó la sangre de la herida de flecha de un
paciente a quien salvó administrándole
también sustancias calmantes. En referencia a este arma podemos
recordar a Toxeo, el arquero. Hijo de Eurito, rey de Eucalia, quien fuera muerto por Hércules. Luego de haberse casado
Hércules con Deyanira, a la que obtuvo de Anteo, hijo de Poseidón dios del mar, cuando regresaban a
su país debieron detenerse a las orillas del río Evena
porque las lluvias habían aumentado su caudal. El centauro Neso,
con el pretexto de ayudar a Deyanira a cruzarlo,
intentó entonces secuestrarla. Viendo desde la otra orilla
el intento de rapto, Hércules lo hirió con una flecha que había envenenado con
la sangre de Hidra. El centauro moribundo ya, dijo a Deyanira
que tomara un poco de su sangre, la que según él, era un poderoso filtro de
amor. Sin embargo, en realidad era un poderoso veneno. Pasado el tiempo, y creyendo
que Hércules se había enamorado de la princesa Yole, Deyanira
le envió la túnica mágica por medio de Licas. Cuenta
Ovidio que estando listo Hércules para comenzar un sacrificio a Júpiter, se
cubrió con la túnica, pero apenas hizo las primeras libaciones, el veneno de la
hidra se le extendió por todo el cuerpo. Intentó sobreponerse a los fuertes
dolores que sentía pero al fín debió sucumbir a la
violencia del mal abandonando el altar y el sacrificio, haciendo temblar el
monte Eeta con sus gritos y lamentos. Hizo todos los
esfuerzos imaginables para quitarse la túnica, arrancándose con ella la carne a
jirones. “Cruel Juno, decía, goza del bárbaro placer de verme sufrir los
horrores de un veneno mortal. Mis males son tan grandes que inspirarían compasión a mis propios enemigos.
Diosa implacable, quítame el resto de mi vida anegada de dolor! La muerte será para mí el más dulce consuelo...... Un
fuego potente me abrasa, y consume mis entrañas, mientras que el desvergonzado Euristeo goza de un indigno reposo”.
Mientras así se
lamentaba, corría Hércules por el monte Eeta como un
tigre atravesado por el dardo que le ha herido... Al final, ordenó que Filocretes cortara algunos árboles para levantar un lecho,
el que cubrió con la piel del león de Nemea. Se acostó en él con la misma
tranquilidad como si estuviera presenciando un festín. Y mandó a su amigo que le
prendiese fuego. Luego de su muerte, los
dioses lo llevaron al Olimpo y lo casaron con Hebe, diosa de la juventud. Obsérvese que en este relato se encuentra una de las descripciones más antiguas acerca de la vía transdérmica como forma de intoxicación. Prof. Dr. Eduardo Scarlato |
Neso y Dejanira circa 1705 (Galeria Nacional de Londres). | |
El centauro Neso llevando en brazos a Deyanira,
esposa de Hércules. Siglo XVII Acuarela sobre papel. 31 x 22 cm. Antonio Acero de la Cruz (pintor de Santa Fe de Bogotá, Colombia. Siglo XVII). Colección Banco de la República de Colombia. |
|
Bartholomõus Spranger. Hercules, Dejanira y
el centauro Neso. 1585. Museo Kunsthistorisches. |
BIBLIOGRAFIA.
Calabrese A. Estudio histórico filosófico sobre toxicología. Tesis para la adscripción a la carrera docente. 1940. Biblioteca de la Facultad de Medicina UBA Argentina.
Crow. W. Las propiedades ocultas de las plantas. El ateneo editorial. Bs. As. 1990, p. 27
Ovidio. La metamorfosis. Edicomunicación ed. 1995. P. 164-167
Enciclopedia Microsoft Encarta 98. Hércules. Microsoft Corporation.