El priapismo es un cuadro caracterizado por una erección
prolongada, frecuentemente dolorosa, que aparece en ausencia de estímulo sexual
o persiste varias horas luego de desaparecido el mismo.
Existen dos tipos de
priapismo:
Ante un paciente con priapismo, los antecedentes y el examen
físico son claves en el diagnóstico. La punción aspiración de la sangre del
cuerpo cavernoso otorga un gran valor diagnóstico. El priapismo de bajo flujo se
caracteriza por una sangre bien oscura, de cuyo análisis se desprenderá la
hipoxia y acidosis. Debe ser tratado en forma urgente, a veces el estado cede
sólo con la aspiración del cuerpo cavernoso, si esto no ocurre, se instilan
agonistas alfa adrenérgicos como la fenilefrina o la etilefrina. En los casos
refractarios se plantea el tratamiento quirúrgico, que implica realizar una
fístula entre el cuerpo cavernoso y el sistema esponjoso o venoso.
En el
caso de un priapismo de alto flujo, la aspiración del cuerpo cavernoso obtiene
sangre roja, con oximetría normal. El eco-Doppler puede evidenciar la presencia
de un “shunt” arterio-venoso.
(Haga clic aquí para ver Imagen 3:"EcoDoppler peniano evidenciando shunt arteriovenoso intracevrnoso
en un paciente con priapismo de alto flujo.
")
Si el cuadro no cede
espontáneamente, frecuentemente es necesaria la embolización de la rama arterial
comprometida por métodos angiográficos.
El trauma fálico consiste en la efracción de la túnica albugínea
resultante de la flexión brusca del pene frecuentemente durante el coito. Es más
frecuente que ocurra con una erección parcial que con rigidez máxima y en
ciertas posiciones con la mujer sobre el hombre o intentos de penetración
bruscos. Dependiendo del grado de efracción de la albugínea, el cuadro puede ser
bastante florido: detumescencia brusca acompañado de un hematoma peniano de
rápida progresión. En cuadros más leves el paciente experimenta dolor con la
ulterior induración en el sitio del trauma que puede resultar en curvatura
peniana. En casos más severos, el traumatismo puede comprometer también el
cuerpo esponjoso, presentando a su vez hemouretrorragia.
El tratamiento es
quirúrgico de urgencia e implica el drenaje del hematoma y el cierre de la
efracción. Cuando está comprometido también el cuerpo esponjoso puede requerir
además, la derivación urinaria por medio de una cistostomía.
El diferimiento
de la corrección quirúrgica lleva a un mayor índice de disfunción eréctil y
curvaturas.